Invirtió u$s3,5 millones el año pasado para expandirse en el mercado de pinturas. Pero el panorama cambió por la devaluación, la caída de ventas, la parálisis de la construcción y la suba de las tasas.
Otro cuestión clave que hoy complica la operatoria de la firma es que actualmente el 82% de su deuda financiera y el 60% de sus costos están representados en moneda extranjera, mientras que los ingresos se concentran en el mercado interno en pesos. Esto se encuentra parcialmente mitigado, porque históricamente la compañía logró trasladar los incrementos en costos.
Endeudamiento
En este contexto, y según explican desde la calificadora de riesgo, actualmente Tersuave presenta una estructura de capital más agresiva luego de la compra de Colorín, La transacción involucró endeudamiento bancario adicional cercano a u$s17 millones. A enero 2019 la deuda financiera total era de $848 millones, un 87% corresponde a préstamos bancarios, el 8% a Obligaciones Negociables y el remanente a deuda con compañías relacionadas y arrendamientos financieros.
En septiembre 2019 tienen lugar los vencimientos de las ON Clase D y Clase B por un servicio de deuda total (capital más intereses) en torno de $16 millones, esta fecha será clave para la empresa en un escenario de ventas deprimidas.
Durante el primer semestre del ejercicio 2019, Tersuave, de manera individual registró ventas por $1.380 millones con una caída real del 2%, explicado principalmente por una caída en los litros vendidos. El impacto de ese retroceso en los ingresos quedó mitigado por un incremento en los precios de venta.
En términos consolidados durante el último semestre los litros vendidos por la compañía cayeron por encima de la caída de la industria. No obstante la firma presenta márgenes de rentabilidad estables producto de una adecuada flexibilidad operativa.
Para el ejercicio 2019 FIX espera una caída en las ventas en litros y que los precios de venta se ajusten levemente por debajo de la inflación, con márgenes en torno al 15%, por debajo del promedio de los últimos cuatro años que fue de 16,3 por ciento. Finalmente y en cuanto a la calificación de la empresa que actualmente está considerada como -A, Fix advierte: “La calificación podría verse presionada a la baja por una caída significativa en la generación de fondos producto del entorno macroeconómico que debilite la demanda. No vislumbramos una suba de calificación en el mediano plazo”.
Fuente: ámbito.com